Y un día apareciste... Y con vos volvieron mis ganas de escribir...
Y vos en qué estabas pensando? Por qué desnudarse de manera tal? Por qué explicar todo? Para qué, de qué sirve? Sirvió alguna vez de algo lo que diste?
Todo es un "no".
***
He aquí una historia. Estábamos vos y yo, cada uno viviendo, en la suya... Vos, haciéndola bien. Yo, tratando, intentando algo que aún no logro conseguir. Estábamos tan bien así... Pero algo, un golpe del destino, un golpe de suerte, un arrebato, un sentimiento, o simplemente, un deseo, te hicieron volver a este lugar una vez más. Apareciste... y con vos volvieron mis ganas de escribir.
Tropezaste con varias piedras camino hacia mí, quién puede saberlo... pero se ve que pensaste en qué había de este lado y en que por eso venías hasta acá una vez más. No entiendo a qué, no entiendo por qué... Si estás en ese mundo tan ideal, tan inalcanzable, rodeado de gente perfecta. Qué podés encontrar acá que te siente mejor que lo que hay de tu lado, en tu vida? Me quedo con tu vuelta, como si eso me diera alguna garantía de que hay un "algo más", alguna esperanza de volver a que seamos "nosotros", en lugar de ser la nada que somos ahora. Qué ingenua... y yo pensando que iba a poder escuchar el tono de tu voz una vez más, en acurrucarme en esos brazos otra vez, otra interminable vez, en cerrar los ojos y suspirar, creyendo que esta vez no se iba a acabar, en mirarte y olvidarme por fin de todo. En esos ojos, que no hacían más que sacarme por fin de acá, en esa voz que aún resuena en mi cabeza, pero que me da tranquilidad. Pensaba en aferrarme a tu abrazo, a no dejar que se consuma. Porque me doy cuenta que te necesito, porque sos el cielo, aquel al que miro para olvidarme de esta solitaria realidad, ese que necesito para saber que todo en mi vida tiene sentido, que todo es por algo, porque con tu sola presencia vas a recompensar todo esto que me hace mal...
Vivo mi vida, pero vuelvo a casa como esos días, desesperanzada, con un nudo en la garganta, la mochila de los sentimientos a cuestas y la ropa de la noche anterior, las vivencias inútiles de siempre, el celular que suena, una borrachera importante y las lágrimas a punto de salir. Me siento en la cama a pensar qué estás haciendo, qué hago yo de este lado, qué pretendo si sé que nada tiene sentido, que vos no estás, que no esperás por mí, sino por alguien más...
Qué gano con aferrarme a algo, si sé que vaya a donde vaya, tu recuerdo me va a encontrar? Trayéndote acá una vez más... Pensando en tratar de madurar, de dejarte en el pasado definitivamente. Pero aparecés, y todo vuelve. Y vuelvo yo, al principio.
Volviste y con vos volvieron todos mis fantasmas y mis inseguridades... Mi canción favorita, la cual no quiero que llegue a su fin. Mis sonrisas encubiertas y mi mirada expectante, esperando encontrar la tuya, algún día en algún lugar... Volvió mi pasado a mi presente, a los días que se querían escapar de tus manos. Volví yo a todo esto, a los pensamientos, a los sentimientos, a las lágrimas, a las noches de borracheras... A las palabras, a las oraciones, al lápiz y al papel.

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