16 de abril

¿Qué son las despedidas, si no son más que ese sabor agridulce que nos queda en la boca, en el cuerpo? 
Hoy nos despedimos, sí. Posiblemente, esta no es la mejor manera de expresarlo, pero es la única que encontré.
Estamos al final del recorrido que iniciamos juntos. Estamos partiendo por caminos diferentes: vos afuera, yo hoy elijo quedarme acá. Lo único que bastó fue mirarnos a los ojos y recordar. La gente pasa por nuestra vida y nos deja algo. A esto lo podemos llamar: momentos, sentimientos, sensaciones, olores... Puedo decirte que lo que me dejaste vos fueron hermosos episodios, fue una etapa muy feliz que compartimos juntos. Puedo seguir escribiendo y contar una por una las experiencias que vivimos (que fueron muchas), pero no quiero extenderme (ni detenerme) en eso, sino simplemente agradecerte por haber sido tan importante para mí, por haber sido mi wonderwall
Puedo mirarte a los ojos y querer balbucear estas mismas palabras, darles sonido, pero mis lágrimas asoman. Y no es que me ponga triste, sino es que me gana la emoción, la nostalgia, y no puedo continuar. Puedo, entonces, seguir escribiendo estas líneas y poner en oraciones cada una de las sensaciones que me fueron invadiendo desde el día que me dijiste que te ibas a ir. Una mezcla, sí. Pero un orgullo que hayas elegido compartirlo conmigo. Nuestra historia no fue la mejor, pero fue sana y verdadera. Los momentos vividos con vos nunca me los voy a olvidar. Planeo tenerlos guardados en mi memoria e ir a buscarlos para rememorarlos y mirar atrás, pero con amor.

Hoy tu vida tiene la posibilidad de ser algo diferente. 

Repito que sólo me queda darte las gracias por las cosas que aprendí a tu lado. Por haber estado conmigo, por saber ver más allá de mí. Por conocer mis miles de defectos y aún así, elegir quedarte. Por conocerme. Por bancarme en absolutamente todo.
No va a ser lo mismo para ninguno de los dos a partir de ahora, pero esto es una consecuencia de lo que alguna vez pactamos para ambos.

Mi único deseo es que seas feliz, yendo en búsqueda de tus deseos y de tu felicidad. Que nunca te olvides que siempre voy a estar bancándote, dándote apoyo en caso de que te falte.

La parte más difícil seguramente fue darte el abrazo final. Pero te dejo ser libre para que puedas ir por eso que querés. Y, en caso de que no lo sepas, estoy segura de que lo vas a ir descubriendo en el camino.

Te deseo todos los éxitos, ahora y siempre.
Nunca te voy a olvidar.
Siempre te voy a querer. De eso no tengas dudas. Fuiste un gran maestro y marcaste una etapa inolvidable en mi vida. Ahora no queda más que pararnos en el presente y seguir adelante.

Se termina algo? Sí. Pero empieza nuestra vida por separado.

Qué seas feliz, yo lo voy a ser mientras vos lo seas también.

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