Con la sinceridad a flor de piel...
Hacía días que andaba dando vueltas en mi cuarto. Daba vueltas porque dudaba eso de querer salir o no... Después de mucho pensarlo, analizarlo y desmenuzar el asunto, llegué a la conclusión de que me haría bien apartarme un rato de lo que en realidad "soy". Deambulé por varios lugares. Probé un poco de esto, un poco de aquello, hasta que encontré algo que me gustó y me mantuvo entretenida por un tiempo. Necesito diversión, adicciones, nuevos vicios, porque es exactamente en esos momentos en los que puedo respirar... Me divierto, sí. La paso bien, también. Pero eso es parte de una máscara que me veo obligada a mostrar cada vez que voy afuera. Dejo todo en esta habitación, y lo traigo a la hora de volver, porque siempre vuelvo conmigo misma a cuestas, al lugar en donde soy mi verdadero yo, pero al lugar en donde, al fin y al cabo, estoy sola. Ahora, en mis momentos de lucidez, es cuando me pregunto qué parte de mí estaba metida en todo eso, y qué parte te llevaste cu