Pensamientos que se reemplazan con pensamientos
Pienso que es de noche. Escucho el viento soplar y azotar contra los cristales de mi ventana. Escucho a los autos que van, a los colectivos, a alguna que otra persona que grita. Y de nuevo, todo se queda quieto. En el fondo del silencio, están mis pensamientos... ¿y qué es lo que hay acá adentro? (Vos, siempre vos) Pienso que tengo que dormir porque mañana finalmente madrugo y debo volver a trabajar. Es el tercer día en cama de lo que fue una fuerte recaída, que me dejó agotada y con ganas de que pasen rápido las horas. ¿Los síntomas? Congestión, dolor de cabeza, llanto fácil, estornudos, incertidumbre y el corazón roto. Me veo parte de un gran teatro, veo mi vida representada en un escenario, en una gran puesta en escena que llevé a cabo y que cayó el día que vos atravesaste mi puerta. (Me sentí astronauta cuando me abriste la puerta, perdida en tus lunares, diciendo adiós a la tierra) Todo ese fin de semana rompió mis estructuras, complaciendo un deseo que tenía desde